Esta obra coloca a las mujeres como el centro de la reproducción social rompiendo las brechas de género y las relaciones patriarcales establecidas a lo largo de la historia en diferentes culturas.
Profundiza, mediante el proceso de la financiarización, el vínculo entre la vida familiar y las diferentes formaciones sociales. Conjuga las relaciones de los mercados financieros, las crisis recurrentes y el impacto en la microeconomía. La economía feminista desempeña un papel fundamental en el entrelazamiento existente entre las unidades familiares, las sociedades y la interconectividad con las políticas públicas y, al
mismo tiempo, con los acontecimientos macroeconómicos dirigidos por el proceso de financiarización.