La idea de hacer un número sobre las luchas políticas de las feministas y mujeres en América Latina y El Caribe surge del encuentro entre nosotras: Sabine Masson (suiza), Ochy Curiel (dominicana) y Jules Falquet (francesa) que coincidiendo en el continente latinoamericano y caribeño, tanto por cuestiones personales, como por luchas políticas, hemos reflexionado y debatido sobre las barreras de raza y clase que nos cruzan a las feministas de muchas partes del mundo y que evidencian las tensiones en las relaciones Norte-Sur.
Producto de estas barreras, las experiencias políticas y construcciones colectivas de muchas feministas y mujeres, como las latinas y caribeñas, no son conocidas por otras de otras latitudes, sobre todo en el norte; mucho menos forman parte de los intereses académicos de las revistas feministas. Esta fue la razón fundamental que nos motivó a organizar el presente número de esta revista francófona con base en la necesidad de concretizar la desconstrucción de esas barreras, aunque fuera sólo a nivel experimental y de búsqueda, pero con una intención política que nos ayude a construir la utopía feminista con la que soñamos.
En este proceso, las contradicciones fueron muchas, para empezar, entre nosotras. Primero debimos evidenciar las diferencias y similitudes de nuestras posiciones y lograr un consenso para elaborar un número de manera realmente colectiva. Luego, nos colocamos frente al reto de no caer nuevamente en el robo del conocimiento de las mujeres indígenas, afrodescendientes, latinas y caribeñas por parte de las “expertas del norte”. Los textos escritos por estas autoras iban a ser traducidos al francés, es decir que muy pocas mujeres latino-americanas y caribeñas tendrían acceso a ellos, puesto que iban a circular en Europa, enriqueciendo una vez más el conocimiento de las mujeres del primer mundo a partir del trabajo, de las historias y de los escritos de las mujeres de los países del sur. Contra esa lógica decidimos hacer una versión en español que circule en Latinoamérica y el Caribe.
Finalmente, nos encontramos con el hecho de que las múltiples luchas de las mujeres -contra el racismo, el sexismo, el clasismo- que queríamos contribuir a hacer visibles, iban a tener que ser expresadas en un estilo académico, lo que nos alejaba de muchas autoras que están involucradas en estas luchas y que no han participado de las esferas académicas tradicionales. Nuestra idea sobre el conocimiento feminista busca la erradicación de la división social, sexual y racial del trabajo intelectual y militante. Por tanto, en estos textos nos hemos permitido abrir la posibilidad a formas diversas y alternativas de transmitir y crear conocimiento asumiendo esta apertura como una posición política. RETRIEVED FROM THE ORIGINAL SOURCE.