En la República Dominicana en círculos de intelectuales, tertulias caseras se hablaba y se habla de la cultura y la identidad nacional como caminos únicos, algo que todos y todas podemos percibir de la misma manera, unas cosas lineales, uniformes y excluyentes que tratan, sin posibilidades de éxito, de borrar las diversidades y darnos una identidad cultural estática y Cja en algún momento histórico de un grupo étnico-lingüístico que debería representarnos a todos y a todas.