Este proyecto colectivo nace como una puesta en común de preocupaciones por construir presentes y horizontes políticos, de la necesidad imperiosa de analizar posibilidades y de dibujar alternativas de justicia desde los feminismos, de una pluralidad de voces y multiplicidad de causas. Desde la urgencia de que agresores y cómplices contextuales asuman su responsabilidad más allá del castigo y velar por una política que resguarde la reparación y otorgue garantías de no repetición.