El país tiene grandes deudas en materia de cuidados. Su organización social se ha sostenido en la distribución desigual que carga principalmente a las mujeres, generando pobreza de tiempo para ellas y restringiendo sus oportunidades de empleo, estudio y bienestar. El reparto desigual del trabajo de cuidados limita la autonomía de las mujeres y es parte del sostén de las desigualdades de género.La desvalorización del trabajo de cuidados afecta tanto a personas cuidadodependientes como a las que proveen cuidados, incluso aquellas que lo realizan de forma remunerada. Se necesitan servicios públicos suficientes, profesionalizados y con reconocimiento de derechos de quienes reciben y proveen cuidados. La desfamiliarización y la desmercantilización son imprescindibles para avanzar hacia una agenda de igualdad y equidad. El presente análisis profundiza sobre estos temas logrando posicionar planteamientos sobre la Economía de entre los actores políticos, en busca de que estos asuman posturas y propuestas políticas.