El sindicalismo de América Latina y el Caribe enfrenta múltiples desafíos, entre los que cuentan la incorporación plena de las trabajadoras, la transformación de la organización sindical en un espacio igualitario y la consolidación de la justicia de género en la agenda sindical. Los esfuerzos hechos en este sentido cobraron mucha relevancia en las últimas décadas. Pero los avances se combinan con las resistencias en un mundo que sigue siendo mayoritariamente masculino.